Al poco de salir de la cama desvelado me he encontrado en meneame con esta fantástica noticia. No digo más sobre ella para no quitaros el placer de emocionaros, como a mí me ha sucedido...

En general cuesta encontrar gente que piense en los demás, es más, en ocasiones tengo la sensación de que el individualismo es una tendencia, y que nos aboca a un estilo de vida sustancialmente más desgraciado.

Existen entornos en que las personas piensan más en los demás y entornos en los que menos. Cuándo piensas en alguien entregado a los demás, de manera inmediata te viene a la mente la figura del médico (a mi me sale antes el voluntario de la ONG, pero empezar por él me rompería el rollo que tenía pensado). Sin embargo esa primera impresión puede ser engañosa. Hace poco hablaba con mi prima sobre la adjudicación de las plazas del MIR en el 2011. Como cada año las primeras plazas en agotarse son las de cirugía estética ¿por qué? Es fácil imaginarse que el interés de los que se interesan por esta especialidad no radica en intentar que el español medio sea más guapo, ni que el país destaque internacionalmente por sus bellezas, pero en esta especialidad en que no salvas vidas, ¡te forras! Me tranquiliza que el número 1 haya cogido cardiología tanto como me indigna que el número 346(un crack) se haya llevado la última plaza disponible para cirugía plástica. Sería interesante para tomar el pulso a la sociedad saber si cada año se agotan antes las plazas de cirugía plástica, no he encontrado el estudio ni dispongo de tiempo para investigarlo.

Ahora, también existen casos extremadamente notorios, como el Dr. Cavadas. Que empezó a dar cuando descubrió lo mucho que le daban sus pacientes/clientes.

En el otros extremo, si tenemos que pensar en uno de los sectores donde impera el egoísmo, es lamentablemente el mundo de la empresa en el que me muevo. ¡Y va a peor! Nos educan en marcarnos nuestros objetivos y nos obsesionan por la eficiencia de NUESTRO  tiempo. ¡A los demás que les den!. En gestión del tiempo, de nuestro tiempo, se utiliza el término "ladrones de tiempo" a mí el termino me resulta vomitivo y lo explicaré con algo que frecuentemente sucede.

Dentro de la actividad comercial que desarrollo en Improva es frecuente que coja el avión, me vaya a Asturias, conozca a un potencial cliente, me enseñe sus instalaciones, hablemos sobre ellas, le dé mi punto de vista, hablemos sobre lo que está sucediendo en su sector. Mi verborrea fácil y mi ingenuidad dificultan que me calle y diga lo que pienso sobre su organización, sus procesos,... Días más tarde le envío un correo de agradecimiento, de sincero agradecimiento, ya que en estos viajes siempre se aprende, e incluso puede que le adjunte un resumen de mis reflexiones. Es muy posible que hayamos quedado en que en unas semanas "nos llamamos y hablamos" y es lamentablemente frecuente que esa persona nunca más vuelva a cogerte el teléfono. ¿Por qué? supongo que partir de ese momento yo soy un ladrón de tiempo, que merece ser encarcelado, tal como le explicaron en el último curso de "time management" en el que participó. Coger el teléfono y decir que le llame en otro momento o que se han repensado colaborar con nosotros, es un derroche innecesario. Es el tipo de educación que deberíamos tner asimiliada a los 10 años pero que parece que nadie logra inculcar. Mis hijos son conocidos entre todo el personal del colegio porque dan las gracias en el comedor cuando les sirven la comida en la bandeja, ¡en qué mundo vivimos en el que mis hijos son una singularidad!

Es más, es frecuente que cuando intentas hacer algo por alguien, sin esperar nada a cambio generes actitudes defensivas, la gente desconfía, ve gato encerrado. Supongo que como decía Kant:

 "No vemos el mundo como es sinó como somos"

Hace unos meses hablaba con un amigo, Juan. Su blog fue uno de los primeros que empecé a leer y siempre lo he seguido, me encantaba la profundidad de su pensamiento. En aquel momento me comentó que estaba pensando en dejar de escribir en Internet porqué empezaba a dudar de si escribía para los demás o para alimentar su ego y no quería asumir el riesgo.

Juan ha dejado de escribir y no sé si ahora considerarlo un loco o un genio, a fin de cuentas por no pensar en él ha dejado de pensar en los demás y nos ha dejado sin sus posts. :(

No pienso dedicar demasiado tiempo a plantearme si me dedico a alimentar mi ego con este post, pero me conformo con que os sea de utilidad. Podéis distribuirlo entre los que conozcáis que hayan perdido el hábito de agradecer, símbolo minimalista de que consideramos que nuestro EGO no es merecedor de todos los parabienes del mundo.

Un cordial saludo y gracias por vuestros frecuentes agradecimientos,

Fernando Gastón Guirao

4 Comments