La motivación en el trabajo es el nivel de energía, compromiso y creatividad que los trabajadores aplican a sus empleos.

 

En un entorno empresarial cada vez más competitivo, encontrar maneras de motivar se ha convertido en un reto para muchos directivos. La motivación de los empleados a veces puede ser especialmente problemática para las pequeñas empresas. El empresario a menudo ha pasado tantos años construyendo su empresa, que luego delegar responsabilidades le resulta difícil.

Hay que tomar consciencia de tales trampas, porque los efectos de la baja motivación de los empleados en las pequeñas empresas pueden ser devastadores. Si se les permite continuar con problemas como la complacencia, la baja moral o el desaliento generalizado, puede afectar la productividad, las ganancias y la competitividad.

En cambio, las pequeñas empresas también pueden proporcionar un ambiente ideal para fomentar la motivación de los empleados, porque los empleados son capaces de ver los resultados de sus contribuciones de una manera más inmediata que en las grandes empresas. A parte de aumentar la productividad y la competitividad, con personal altamente motivado un pequeño empresario puede permitirse renunciar al control operacional y en su lugar concentrarse en estrategias a largo plazo para hacer crecer el negocio. "Los trabajadores realmente quieren un trabajo inspirador, y si es así, trabajan mejor, de forma más inteligente, asumiendo retos más difíciles" (Don Maruska).

motivación

 

¿Qué motiva?

Interminables variables de beneficios para los empleados (como atención médica, seguro de vida, participación en los beneficios, planes de accionariado, instalaciones deportivas, subvencionando planes de comidas, disponibilidad de cuidado infantil, coches de la empresa, etc.) han sido utilizados por las empresas en sus esfuerzos para mantener a los empleados felices en la creencia de que los empleados felices son empleados motivados.

Muchos teóricos modernos, sin embargo, proponen que la motivación que un empleado siente hacia su trabajo tiene menos que ver con recompensas materiales que con el diseño del trabajo en sí mismo.

A nivel académico, Turner y Lawrence (Turner, A. N., & Lawrence, P. R. [1965] “Industrial jobs and the workers”) sugirieron que hay tres características básicas de un trabajo "motivador":

  1. Debe permitir que un trabajador se sienta personalmente responsable del trabajo realizado. Un empleado debe sentir la propiedad y la conexión con el trabajo que realiza. Incluso trabajando en equipo, un esfuerzo exitoso fomentará la conciencia de un individuo de que sus contribuciones son importantes para cumplir con las tareas del grupo.

  2. Debe proporcionar resultados que tengan un significado intrínseco para el propio individuo y para otros en la organización.

  3. Debe proporcionar al empleado comentarios sobre sus logros. Una crítica constructiva y creíble del trabajo realizado es crucial para la motivación de un trabajador para poder mejorar.

Aunque la terminología cambia, los principios de la motivación de los empleados permanecen relativamente inalterados de los hallazgos de hace más de medio siglo. Las palabras actualmente incluyen "empoderamiento", "círculos de calidad" y "trabajo en equipo". Todos estos términos muestran las tres características de los trabajos de motivación establecidos en la teoría de Turner y Lawrence.

Las pequeñas empresas pueden carecer de los recursos para fomentar programas formales de motivación de los empleados, pero los administradores pueden cumplir los mismos principios básicos. Aparte de exigir niveles elevados de rendimiento, apoyar los esfuerzos realizados, facilitar autonomía y flexibilidad para realizar sus trabajos, los dueños de empresa deberán hacer que los empleados hagan suya la visión de empresa que proponen.

 

Métodos de motivación

Hay tantos métodos diferentes de motivar como empresas que operan en el mundo. Aún así, algunas estrategias prevalecen en todas las organizaciones que se esfuerzan por mejorar la motivación de los empleados.

Empoderamiento. Dar a los empleados más responsabilidad y autoridad en la toma de decisiones, aumenta su dominio del control sobre las tareas que realizan y mejora la ejecución de éstas. Como resultado, los sentimientos de frustración que surgen de ser responsabilizados por algo para lo que no tienen recursos se reducen. La energía se canaliza hacia el logro mejorando la tarea.

Creatividad e innovación. En muchas empresas, los empleados con ideas creativas no las expresan a gerencia por miedo a que sus propuestas sean ignoradas o ridiculizadas. En algunos ambientes de trabajo se ha instaurado tanto el contar con la aprobación de la compañía y acatar la línea de ésta que el empleado y la organización sufren. Cuando se fomenta la creatividad desde arriba, los empleados que conocen su trabajo, producto o servicio tienen la oportunidad de usar sus ideas para mejorarlo. La creatividad motiva a los empleados y beneficia a la organización al tener una fuerza de trabajo más flexible, utilizando más sabiamente la experiencia de sus empleados, incrementando el intercambio de ideas e información entre empleados y departamentos. Estas mejoras también crean una apertura al cambio que puede dar a una empresa la capacidad de responder rápidamente a los cambios de mercado y mantener una ventaja en el mercado.

Formación. Si a los empleados se les dan herramientas y oportunidades para lograr más, la mayoría aceptará el desafío. Las empresas pueden motivar a los empleados a lograr más al comprometerse con la mejora continua de sus habilidades. Los programas de acreditación y obtención de títulos para los empleados son una forma cada vez más popular y eficaz de lograr el crecimiento del conocimiento y la motivación de los empleados. Estos programas mejoran las actitudes de los empleados hacia los clientes y la compañía, fortaleciendo la confianza en sí mismos.

Calidad de vida. Cada vez los trabajadores trabajan más horas y de cada familia lo hacen los dos adultos. Con ello muchas veces es difícil conciliar la vida familiar con la laboral. Esto puede ser un tema de preocupación que suele afectar la productividad y la moral de un empleado. Para evitar esto es bueno ofrecer horarios flexibles, semanas de trabajo condensadas, o el intercambio de empleos, que permiten que los empleados sigan estando motivados aumentando la productividad.

Incentivo monetario. Aun así, el dinero todavía ocupa un lugar importante en el “mix” de motivadores. El compartir los beneficios de una empresa incentiva a los empleados a producir un producto de calidad, realizar un buen servicio o mejorar la calidad de un proceso dentro de la empresa. El dinero es efectivo cuando está directamente vinculado a las ideas o logros de un empleado. Sin embargo, si no se junta con otros motivadores no monetarios, sus efectos motivadores son efímeros. Además, los incentivos monetarios pueden resultar contraproducentes si no se ponen a disposición de todos los miembros de la organización.

Otros incentivos. Varios estudios reafirman que los motivadores más efectivos de los trabajadores no son necesariamente los monetarios. Motivaciones positivas probadas son las que fomentan el espíritu de equipo e incluyen reconocimiento, responsabilidad y progreso. Los gerentes que reconocen los "pequeños triunfos" de sus empleados, promueven los ambientes participativos, y tratan a los empleados con equidad y respeto encontrarán empleados más motivados.

Resumiendo, un programa que combina sistemas de recompensas económicas, satisface intrínsecamente y permite actualizarse, puede ser el motivador de empleados más potente, y está al alcance de las pequeñas empresas.

Cristina Surroca

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