Experiencia profesional al servicio de las empresas: IKN.

En términos evolutivos, la finalidad de cualquier organismo es la transmisión de ADN, información encapsulada, a la próxima generación. En la naturaleza encontramos diversos fenómenos que siguen esta línea, desde la más simple reproducción, hasta las complejas colonias de abejas que logran este objetivo mediante el cruce familiar y el altruismo reproductivo.

En la especie humana, esta transmisión trasciende de lo biológico, desarrollando un patrón de transmisión cultural. Generación tras generación se han ido acumulando los conocimientos adquiridos y se ha hecho constancia de ellos, mediante las tecnologías de que se ha dispuesto, para que sus descendientes no tengamos que empezar de cero. ¿Imagináis que cada generación tuviese que descubrir la penicilina? ¿O inventar la bombilla? Vaya pérdida de tiempo.

Y esto no sólo afecta a los grandes avances científicos. ¿Quién no se ha sentado con su abuelo a escuchar cómo construyó su casa de campo con unos amigos? ¿Quién no ha escuchado la receta secreta de su abuela para hacer ese gran guiso que tanto triunfa en casa? ¿Quién no ha intentado que sus hijos no cometan los mismos errores que uno mismo cometió en su juventud?

Ante esta información yo no puedo evitar preguntarme ¿por qué no hacemos lo mismo las empresas? En el mundo laboral ya no solo se acumulan conocimientos y descubrimientos, sino también experiencias, a la hora de tratar con clientes, a la hora de abordar problemas, a la hora de afrontar imprevistos. Tendemos a jubilar a nuestros mayores y dejarlos en casa pasando el rato, en lugar de asegurarnos que todo ese conocimiento y experiencia se incorpore al patrimonio cultural de la empresa.

El proyecto IKN (Improva Knowledge Network) va precisamente en esa línea. Un grupo de ejecutivos y directivos senior, de reconocido prestigio y sobrada experiencia, que ponen a nuestra disposición todos sus conocimientos. Eso no tiene precio.

Y aunque ellos quieran transmitir sus conocimientos, nosotros tenemos que estar presentes para escucharlos. Tenemos que entender que esa suma de experiencias revaloriza nuestro trabajo, porque si nosotros partimos de ellos, ¿hasta dónde podremos llegar?

Fernando Gastón

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