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Web 2.0: Tras la tempestad la calma

Estas tres últimas semanas casi me descuelgo del peloton de la web 2.0. Con la lengua fuera, he logrado mantenerme en el grupo de cola y después de unos días haciendo la goma* he logrado reengancharme. ¿La causa? de repente me he visto desbordado por el trabajo: arranque de un proyecto, incremento de la actividad comercial (¿brotes verdes?), actuación de mi hija en un concurso de lectura, intentar ayudar en casa un poco más, preparar un proyecto editorial, ... Todo ello acumulado a la actividad que ya de normal llevo. No es un fenómeno que me sorprenda, como bloggero soy testigo de excepción de las personas, que habitualmente activas en improsofía, de repente desaparecen, miras el perfil en linkedin y te das cuenta de que han pasado de ejecutivo en tránsito (moderno eufemismo destinado a mantener a salvo las doloridas autoestimas que la crisis flagela) a tener un cargo ejecutivo en una compañía.

Tenemos que ser conscientes de que el desempleo ha causado un efecto muy positivo en la dinamización de la llamada "web 2.0", pero dicha dinamización desproporcionada, como cualquier hipertrofia, lleva asociadas sus patologías.

El volumen extra de información que fluye a través de redes sociales y demás entornos 2.0 es generado y escuchado en gran medida por las personas que han dispuesto de repente, y desafortunadamente en muchos casos, de tiempo para ello. En vez de poner en Linkedin que eres un ejecutivo en tránsito, creas Manolo Fernández Consulting S.L., te pones como Presidente, Owner o Director General y a vender, es decir, twittear desaforadamente, bloggear, hacerte de 25 clubs directivos diferentes en Linkedin, asociarte a portales de directivos,... de repente, encuentras trabajo y todo eso pasa a ser secundario.

Todos los grupos virtuales de directivos, gerentes, presidentes,... cuentan con nutrida presencia de estos recien autonombrados a la fuerza consultores, formadores, seleccionadores, programadores,... nuevos empresarios de servicios buscando contactar con clientes. Ahora,

"directivos dispuestos a contratar no abundan en la misma proporción."

Vas a un evento de networking, en un intento de desvirtualizar un grupo y no hay más que consultores, formadores, seleccionadores, programadores,... ejecutivos, y especialmente, directivos buscando servicios, escasean (se pueden contar con los dedos de una oreja), bueno, alguno en tránsito sí ...

No puedo evitar recordar mis tiempos de estudiante en busca de novia, no se me ocurría ir a ligar a la biblioteca de industriales, me iba a la de biología o a la de empresariales. Igual que a una estudiante de enfermería no se le ocurría ir a estudiar a la biblioteca de la escuela de caminos, habría sido como meterse en la boca del lobo. Eso hacen la mayoría de los directivos, evitar meterse en la boca del lobo. Y eso hacen también un creciente número de networkers, ir a ligar a "Caminos".

Los altos ejecutivos tienen una presencia limitada en internet, se limitan a ciertos círculos y en general son poco participativos. Por edad, no son personas plenamente inmersas en la revolución tecnológica que suponen las redes sociales y su nivel de implicación es por tanto limitada, se lo miran con perspectiva y desconfianza. Linkedin les puede servir para mantener sus contactos, pertenecer a determinados grupos, que tienen su equivalente en la vida real,... Pero si son decisores en el proceso de compra de tu servicio van a mantener cierta distancia. Pretender que se conecten al grupo que has montado y que se te pongan a tiro para que INMEDIATAMENTE les vendas lo que quieras es una línea de actuación poco fructifera. Exponerte a estar allí para que la gente te bombardee a propuestas de nuevo negocio es incómodo y lo que terminas haciendo es lo mismo que harías en la vida real: te encierras en tus propios círculos a los que tan sólo tienen acceso unos pocos. La red acaba no siendo tan democrática como se pretende e igual de inevitablemente clasista como la sociedad.

¿Quiere decir esto que no sirve para nada todo este lio que hemos montado?

De entrada, ahora estamos en el tránsito a una situación futura más equilibrada, por lo tanto, como dice el refrán "a aguas revueltas ganancias de pescadores". Es muy posible que hoy puedas establecer contactos que dentro de unos años no, cuando la presencia en estos medios esté todavía más masificada. Supongo que lo mismo que puede pasar con las descargas ilegales, de las que ahora te puedes beneficiar impunemente, pero que es posible que un marco normativo y de control duro acabe dejando en un simple recuerdo de que determinados chollos hace tiempo fueron posibles.

Aparte, hay que estar ahí, es un excelente y obligatorio escaparate para el profesional, aunque no puedas pretender estirarlo más allá de lo que es natural. Si eres capaz de escribir y aportar valor en la red llegarás a una audiencia y eso puede llegar a dar lugar a nuevos contactos y relaciones. Si no estás en Linkedin para muchas empresas ya no existes, aunque eso no quiere decir que te vaya a ser más fácil encontrar trabajo.

En la red podemos hacer marketing de servicios, podemos lanzar mensajes que sean oídos por una amplio espectro de personas, pero de ahí a vender a diestra y siniestra hay un abismo.

Cualquier esfuerzo comercial excesivamente explícito puede causar incomodidad en el receptor del mensaje, que en muchos casos no esta ahí para comprar, sino para conocer gente que le pueda ayudar(gratis a ser posible), informarse y aprender.

¿Cómo es de esperar que evolucione esta hipertrofia después de la crisis?

Yo intuyo que habrá un rosario de blogs abandonados inundando la blogosfera, como los galeones que pueblan el golfo de méxico, hundidos. Unos habrán sido abandonados por falta de tiempo, otros porque se hicieron desde un punto de vista comercial cortoplacista y su propietario desesperó al poco por la falta de resultados. Habrá una sustancial caída en el volumen de visitas derivado de la falta de tiempo para hacerlo(desde que terminé los estudios he podido constatar una creciente necesidad de meter muchas más horas para conseguir el mismo resultado), esos interminables comentarios en improsofia quizás ya no estén allí, aunque se compensarán parcialmente por la continua entrada de personas en los mundos 2.0.

Las leyes de la naturaleza deben imponerse, aquellos esfuerzos que desafían las leyes de la termodinámica no son naturales, twittear desaforadamente cualquier cosa  debe desaparecer, twittear cualquier cosa que no aporta valor debe desaparecer, bloggear contenidos que no aportan valor,  también. Y las leyes del management también deben imponerse y debes: diferenciarte, aportar algo que no esté y si vendes servicios, necesitarás: referencias, contactos, publicidad, conferencias y... cada vez más cosas para lograr lo mismo y entre ellas, una más, los mundos virtuales.

La web 2.0 nos transmite la sensación de que cualquiera puede estar al alcance de nuestro marketing, de que podemos lanzar nuestra actividad comercial y de que es posible poner en marcha un negocio de consultoría pues ya no existen barreras a nuestras relaciones y nos es fácil conseguir más contactos que los que jamás habíamos soñado, pero es un espejismo.

"Las mismas barreras acabarán construyéndose entre compradores y vendedores, pues tienen su razón de ser, que nada tiene que ver con el hecho de que el medio sea virtual o real."

AUTOR: Fernando Gastón Guirao

NOTA *: Hacer la goma es un término utilizado en ciclismo para referirse a aquellos corredores que se descuelgan del grupo principal cuando se llega a una rampa de la carretera especialmente dura y que se reenganchan cuando se suaviza el terreno, para volverse a descolgar a continuación... así hasta que definitivamente se hunden.

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Hoshin Kanri, ¿a que no sabes lo que es?

Pero seguro que sabes lo que es el Balanced Scorecard :(

A las 10 de la mañana recogía el pasado lunes un coche que había alquilado para una visita comercial en la zona de Cartagena. Mi secretaria había reservado un coche en Hertz, compañía con unos precios muy competitivos. Puedo entender que por un tema de costes tengan el checkin y checkout en la última punta del aeropuerto, pero lo que nunca he entendido es la brutal lentitud con que te entregan el vehículo, que por el mismo precio podría ser un proceso casi instantáneo. Esperas, papeleo, firmas a montones, ... Después de unos meses sin visitarles, ¡todo estohabía mejorado sustancialmente! y como consecuencia, me fui muy satisfecho con mi coche a visitar a un cliente potencial con gran potencial...

Días más tarde he desvirtualizado una relación 2.0, con la misma persona a la que planté en mi anterior post y que dicho sea de paso, no parecía guardarme especial rencor. Era un ex directivo de Hertz que, entre otras cosas, me habló sobre su experiencia en la implantación de "Hoshin Kanri" en ésta multinacional americana. No pude evitar recordar el proyecto en el que descubrí esa extraña palabra japonesa. Han pasado 7 años desde que me tocó certificar para un fabricante de automóviles japonés que el despliegue de los objetivos estratégicos, realizado utilizando la metodología de "Hoshin Kanri", era correcto y que el cumplimiento de los objetivos que tenían asignados todos los mandos de la organización, desde directivos hasta el último encargado de turno, eran consistentes con los objetivos que se le habían asignado a la unidad de negocio española dentro del gran plan de reducción de costes lanzado por el entonces Presidente Mundial.

Conocedor de la potencia de un "Hoshin Kanri"(Dirección por políticas) bien implantado, asocié la mejora en la calidad en el servicio de Hertz con la implantación de la poco conocida metodología de Dirección por políticas. Aplicando el principio de la Navaja de Ockham, me pareció lo más razonable.

Muchos conoceréis el "Balanced Scorecard" de Norton y Kaplan, una idea americana con un marketing potente, mal interpretada por todos, maltratada por ejecutivos y consultores y que al final ha servido para bien poco en este país, aunque algunos piensen lo contrario(los que la venden, y los que han  pagado una pasta y se ven obligados a pensarlo para mantener la autoestima).

Hasta que no has visto plenamente implementado "Hoshin Kanri" en una compañía, no tomas conciencia de las chapuzas que se han realizado con el mal traducido "cuadro de mando integral".

El trato, interpretación, uso y perversión que se ha hecho de la metodología de Norton y Kaplan es digna de figurar en los anales de la historia del management nacional(en el extranjero no sé que pasa).

Enumero los principales despropósitos en la interpretación de la herramienta:

  • La traducción absolutamente incorrecta ha llevado a mucha gente a interpretarlo como un cuadro de indicadores estratégicos y ya está. ¡¡¡NO!!! Balanced Scorecard es una potente metodología para el establecimiento, despliegue y asunción de objetivos estratégicos.
  • Incluso en el caso de las organizaciones en las que inicialmente se consideraba el proyecto en plena magnitud, con el tiempo se ha deteriorado sin llegar a constituir el cuerpo de la cultura de gestión de la empresa.
  • Los implicados son a lo sumo los dos o tres primeros niveles organizativos. Se debería implicar desde Dirección General hasta el último supervisor del turno de noche del fin de semana. Es una herramienta que permite alinear a toda la organización con los objetivos de Dirección.
  • Se ha pretendido implantar en unos pocos añitos. La metodología de Balanced Scorecard bien aplicada supone la inversión de años de cambio cultural. Sin embargo si te compras un libro de Balanced Socrecard habla fundamentalmente de Mapas, iniciativas, metas, ... Pero de la cultura organizativa que admite esto, poquito.
  • Se han realizado grandes inversiones en tecnología para que el sistema fuese eficiente y el Balanced Scorecard es soportado informáticamente por muchísimos aplicativos. Se han preocupado en hacer eficiente el sistema de registro de la información (más sólido que eficiente) y nadie se ha preocupado de que realmente fuese útil el sistema de planificación estratégica.

Frente a la metodología americana, la metodología japonesa se impone con claridad. Frente a los desastres en la implantación del Balanced, los dos casos que conozco de implantación de Hoshin son impecables(ya se que estadísticamente no es demasiado, pero el post queda bien así). Existe una prueba muy sencilla de verificar y que debería de ser capaz de echar por tierra el orgullo que muestran, por desconocimiento, los directivos que usan los famosos cuadros de mando. Te vas a un encargado de la fábrica que la empresa tiene en Valdemorillos de la Sierra y le preguntas que es el Balanced Scorecard, si no tiene ni idea es que la implantación fracasó. Prueben a hacer lo mismo en Nissan. Todo el mundo sabe lo que es el Hoshin Kanri porque forma parte de la cultura de empresa. No puede ser que algo tan estratégico no sea conocido por todos. Si se preguntan porque Carlos Ghosn entró en Nissan y fue capaz de darle la vuelta, la respuesta es Hoshin Kanri bien implantado.

Pero el problema no es la metodología.

El que opta por Hoshin Kanri es porque lo ha comprendido,

realmente cree en él y tiene la fime voluntad de implantarlo.

El que opta por Balanced Scorecard lo hace porque acaba de oír de él, porque está de moda, porque suena bién, porque una consultora le ha convencido hábilmente de que era absolutamente necesario (para poder vender cientos de miles de euros en adaptación de los sistemas entre otras cosas), porque tiene problemas que no sabe como resolver y se agarrá a unclavo ardiendo para salir de la situación.

Hoshin Kanri requiere de una organización disciplinada. En la empresa japonesa en que lo descubrí todo el sistemas se llevaba de manera impecable ¡EN PAPEL! ¿y necesitaban la tecnología? ¡PARA NADA! Explíquenle esto a un Director de Organización y Sistemas. ¡NO ENTENDERÁ NADA!

Tecnificar el Hoshin Kanri ralentizará el proyecto desviará la atención de lo esencial, que es el cambio cultural y hará que el proyecto fracase.

Después de finalizada la implantación si te apetece meter tecnología métela, pero después de haberte asegurado que lo esencial funciona: la cabeza de tus directivos.

AUTOR: Fernando Gastón Guirao

P.D. Por si alguien tenía dudas, a pesar de conocer bastante bien ambos sistemas, ni Hoshin Kanri ni Balanced Scorecard figuran en la cartera de servicios de Improva. No tengo interés específico de favorecer uno frente al otro.

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El efecto mariposa en las agendas

Hoy he cometido un error imperdonable, no me he presentado en una cita que tenía con un profesional con el que podría existir una posible colaboración. He de reconocer que soy de naturaleza despistada aunque por otro lado soy extremadamente cumplidor con mis compromisos, lo que mi esfuerzo me supone. Cuando he analizado el porque de mi error he tomado conciencia del continuo vaivén del contenido de mi Blackberry-agenda, por culpa del cual, sin darme cuenta, había eliminado una cita que no tocaba. La maldita bolita de la Blackberry aliada con mi torpeza para que mi vida sea un poquito peor.

Pero bueno, no le vamos a echar la culpa a la dichosa bolita, asumo mi responsabilidad. Soy consciente de que soy una persona especialmente preparada para que me pasen este tipo de cosas. Aunque mayormente logro evitarlas, en alguna ocasión puedo meter la zarpa. Hoy quería hablar sobre nuestras agendas. Los directivos nos movemos y oscilamos entre una agenda llena de compromisos y una lista interminable de tareas pendientes, cuidadosamente priorizadas, que nos rellenan los huecos restantes, si es que quedan.

En mi agenda tengo una reunión de dos horas con Josep, que le encaja, entre otras citas que saturan su agenda, con una reunión que Josep tiene programada con Beatriz  mañana por la tarde, quién a su vez tiene un vuelo previsto para estar pasado mañana a primera hora en Paris para verse con François, que trabaja en una multinacional americana con una oficina en Xanghai a la que viaja mensualmente para verse con Hung Chai Fung. Vivimos en un mundo interconectado y nuestras agendas están interconectadas. ¡Interconectadas y saturadas!

Existe una cifra mágica en logística el 80%. A partir del 80% de saturación de un almacén su productividad empieza a caer porque dedicas una cantidad de tiempo sustancial a mover bultos para generar huecos y a conformar pedidos de una referencia que tienes fragmentada en media docena de ubicaciones diferentes. No es un fenómeno extraordinario que deba extrañaros, en la nevera de casa pasa lo mismo.

Me explico. Ahora empieza la temporada de melones, en el “Carmen Miranda” de la esquina te han convencido (imagínate que eres como yo,  un tipo implicado en el hogar que compras fruta y lo que haga falta en justa igualdad con tu esposa trabajadora) de que los melones recién llegados están cojonudísimos. Tú ves la excelente oportunidad de darle a tu mujer claras muestras de iniciativa en el hogar y te llevas el más hermoso melón de la pila, uno de esos que pesan 5 kilos y que a tu entender de experto palpador de melones está al punto. Ahí empieza el drama. Cuando llegas con la compra, descubres que el melón, que parecía relativamente pequeño en la tienda, colocado sobre el marmol resulta ser monstruoso e intuyes que no va a caber en ningún sitio. Para encajarlo en la nevera lo partes en dos, tienes que sacar los lácteos situados en diferentes ubicaciones de la nevera y comprimirlos para que estén todos concentrados en la misma estantería. Los tomates que tenían sobrado espacio pasan a estar peligrosamente apelotonados con pepinos, judías verdes y pimientos. Ahora el melón ocupa media nevera y luce esplendoroso nada más abrir la puerta.

¿Cuál es el problema…? Con la nevera llena si pretendes desayunarte un yoghourt “Danone Griego”(el mejor griego del mundo) tienes que sacar el “Mi primer Danone” del bebé , los “Petit Suisse” de sus hermanos, los desnatados de tu esposa, dejarlo todo en el marmol  y meter la mano hasta el fondo de la nevera. Para coger una cebolla primero tienes que sacar los tomates y pimientos del cajón de los refrigerados,… y así con todo. Has conseguido convertir trastear en tu nevera en algo absolutamente improductivo. Tendrás que explicarlo muy bién cuando tu liberada mujer llegue a casa a encargarse de todos los estropicios que puedas haber causado.

En los almacenes pasa lo mismo. Un almacén a tope se convierte en ineficiente debido al alto porcentaje de movimientos improductivos que se generan. ¿Y las agendas? Con las agendas pasa exactamente lo mismo.

Hoy en día las agendas y listas de tareas pendientes están a tope e interconectadas. Las conexiones son multiples. Estamos conectados entre iguales y los iguales con los superiores. Proveedores conectados con clientes, Directores comerciales con clientes y con sus Directores Generales a su vez conectados con sus Consejeros Delegados y estos con el Ministro y con el Rey. Todos conectados, como los productos en la nevera. El conjunto de todas las agendas es una monstruosa agenda mundial, un enorme almacén de citas, una gigantesca nevera de compromisos. Y como las agendas están a tope, no es que excedan el 80% de saturación sino que tienden a exceder, cuando sumas lo que no tienes agendado y tienes en tareas pendientes, del 120% (lo que te quita el tiempo para ir a comprar melones). Un cambio en la agenda de Hung Chai Fung en Xanghai, en el otro extremo del mundo, puede generar cambios en cascada en las agendas de toooodo el mundo.

Pero claro, no todo el mundo cambia su agenda con la misma frecuencia y agilidad unos son los que marcan los cambios. Es más sólida la agenda de un Consejero Delegado que la de un Jefe de Sección y es más sólida la agenda de un Director  General de un Banco que la de un Director General de una pequeña o mediana empresa de Servicios, como es mi caso.

Y ahí me tenéis por arte de birli birloque, me apareció un melón en mi agenda. Una interesante oportunidad comercial a corto plazo en Zaragoza gracías a que a un alto cargo de una gran compañía le habían desaparecido algún melón de su agenda (quizás el volcán islandés tenía parte de culpa). Cómo una interesante oportunidad comercial en los tiempos que corren es primera prioridad, tuve que mover más tareas de las deseables, generando el error que me llevó a fallar en mi cita. Me dejé los tomates maduros encima del marmol y se estropearon,

Y es que errar es humano, muy humano, tan humano como yo.

Corolario:

En un almacén saturado no sólo se resiente la productividad sino también la calidad.

Los directivos con vocación de servicio deberían de tener el mínimo número de melones en su agenda y a ser posible no moverlos. Para ser flexible una buena agenda ejecutiva debería esta conformada de abundantes y cortas actividades; pero de esto ya hablaré otro día.

AUTOR: Fernando Gastón Guirao

P.D.1 Ya me he reconciliado con la persona a la que planté y hemos reagendado un encuentro.

P.D.2 El efecto mariposa es una teoría que habla de como en sistemas caóticos (muy muy complejos), pequeñas variaciones en las condiciones iniciales pueden generar un impacto enorme en el resultado final. Por ejemplo, explicaría por qué dos moléculas pequeñitas que han salido muy juntitas del dichoso volcán Islandés de nombre impronunciable pueden acabar la una en Badajoz y la otra en Afganistán. Os dejo un enlace

http://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_mariposa

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Cómo congelar lo que somos

Paseo de Gracia, camino de una reunión paso por delante de uno de esos escaparates en los que todo está tan ordenado que roza lo patológico. Unas pilas de jerseys impecablemente  apilados absorven entre todos la práctica totalidad de los colores del arcoiris. Las pilas de camisas, que se intercalan con las de jerseys, inducen en mí una serenidad ajena al bullicio del tráfico a mis espaldas, serenidad asociada a la certeza de que cada cosa está exáctamente donde debe estar. Como esas chocolaterias de Paseo de Gracia con bandejas de chocolates cubiertas de tiras de bombones en perfecta alineación, que dan una seguridad tranquilizadora similar. Las camisas están perfectamente dobladas, todas y cada una de ellas, exactamente igual que la anterior e idénticamente a la siguiente, giradas entre si en ángulos perfectamente calculados. Si sometiésemos el escaparate al análisis pormenorizado de un matemático, nos surgirían razones áureas por todos los lados. Los zapatos dan el toque de brillo al escaparate, reflejan los primeros rayos del sol del día, igual que reflejarán la opulencia de quien se los ponga, ¿Quién no se va a sentir seguro de si mismo con esos zapatos?

En la tienda entra como hipnotizado un joven  ejecutivo, de esos que a sus treinta y pocos años desea seguir siendo quien es por el resto de su vida. Ha logrado empezar a manejarse con media docena de ideas sobre la vida, las personas y las organizaciones, que le funcionan. Consigue éxitos y eso le gusta porque es lo que busca y cuanto más rápido mejor. Ha promocionado en varios años consecutivos, se siente seguro de si mismo y su nómina le permite entrar en la colorida tienda sin tenerse que preocupar por las etiquetas. Se imagina embutido en una de esas camisas y se siente bien luciéndola. No lo sabe pero lo que realmente siente es una cierta sensación de seguridad, aunque él nunca usaría estas palabras.

En esta tiende venden lo que llamo la vestimenta del éxito. En ella la ropa  es como un barniz, que una vez aplicado  ayuda a fijar los colores originales de la pintura. Te lo pones y te trasformas, mejor dicho, dejas de transformarte. Hasta justo antes de entrar en la tienda  aprendías, a partir de entonces pasas a ser lo mismo el resto de tu vida, protegido detrás de varias capas de ropa de marca. Así fijamos nuestras ideas, congelamos nuestros ser, que ya no es un devenir, a golpe de VISA. Te compras las estilosas camisas y los deslumbrantes zapatos y justo cuando firmas el recibo de la VISA empiezas a reafirmarte en ser quien eres. Como cuando escalas, te agarras con las dos manos al muro rocoso mientras asientas tus pies firmemente  en dos salientes y ya puedes respirar tranquilo. Con tanto agarre no correrás el riesgo de caerte por el precipicio.

Pasarán los años y el entorno cambiará, las 4 ideas que le han servido para triunfar al joven que entró en la tienda empezarán a ser cuestionables. A pesar de vestir diferente y no ser tan joven, vestirá la ropa de moda. Ya no se llevarán los colores pastel, se llevarán los rombos, pero en el fondo será la misma ropa, la que se tiene que llevar cuando lo que buscas es sentirte en la cúspide de la pirámide. Se seguirá sintiendo parte de los triunfadores, de las personas de éxito. Todos juntos en la enorme pared agarrados a los salientes, ajenos al precipicio y mirándose los unos a los otros, todos uniformados, seguros y confiados de que no pueden estar equivocados, de que sus 4 ideas son eternas.

Ese agarrarse a lo que uno es se manifiesta de multiples maneras. Lógicamente, si no puedes cambiar es porque eres superior a los demás.

  • Deberás comportarte con prepotencia, lo demás es mostrar tus debilidades, mirar al abismo o quitarte el jersey de colores, según se mire.
  • No deberás escuchar a los demás, o al menos no lo suficiente como para modificar tu forma de pensar. A fin de cuentas las 4 ideas mostraron ser exitosas en el pasado. ¡No cambies!, eso sería directamente saltar al abismo o quitarse el disfraz que nos protege.
  • No pruebes cosas nuevas, eso es arriesgado, podrías comprometer tu integridad.

Ningún intelectual tendrá nunca miedo de perder lo que ha adquirido; está ahí, en sus neuronas, nadie se lo puede quitar, pero cuando lo que has buscado es el éxito material, definido de las mil maneras en que puede definirse, no hay forma de garantizar que siga estando ahí en unos meses. La única forma de consolidar mínimamente el éxito es en forma de bienes materiales, lo hacen tangible. Pasamos de correr el riesgo de perder el éxito, que es algo muy fugaz a acumular riesgo de perder nuestras pertenencias materiales, que es más tangible y supuestamente controlable.

"En esta sociedad el materialismo nos encumbra y el materialismo nos hunde, que contradicción"

Es fácil caer en la tentación de lo material, tan difícil como evitar el canto de las sirenas. ¿Qué hacéis vosotros para evitarlo?

AUTOR: Fernando Gastón Guirao

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