Tenemos el placer de anunciaros la apertura de una nueva oficina de Improva, en esta ocasión en las Islas Baleares, dirigida por David Ortega.
Desde este momento los clientes del archipiélago Balear podrán contar con todos los servicios de nuestra consultoría directamente desde nuestra nueva sede, con David a la cabeza.
Ser imprescindible es una carga demasiado grande, así que a todos nos interesa trabajar para ser sustituibles.
A menudo decimos eso de que nadie es imprescindible. Lo decimos sobre todo cuándo vamos a prescindir de alguien. Se lo decimos también a ese alguien para que le quede claro que no lo necesitamos. Es más un ejercicio de autoconvencimiento y de orgullo pero, ¿hasta qué punto es cierto?
Encontrar capital humano es todo un reto para las organizaciones. Pasas por un proceso de selección, de adaptación, de formación y de integración. Es una de las mayores preocupaciones de cualquier directivo y la eterna lucha de los departamentos de recursos humanos. Pero, ¿basta solo con encontrar a la persona adecuada? ¿Ya podemos descansar? Definitivamente no.
Más del 80% de las personas empiezan su jornada abriendo la bandeja de entrada del correo electrónico. A partir de allí, empieza nuestro caos diario. Se desata la locura.
En los últimos 4 años he ido tomando conciencia, poco a poco, de cuan pernicioso es este hábito. Señor lector, antes de que piense que esto está escrito por alguien que le tira a todo de manera interesada, le confesaré que a corto plazo este hábito es inevitable en la inmensa mayoría de las organizaciones.
El correo electrónico nos hace ser reactivos. En función de lo que nos encontremos, reaccionaremos. Nos convertimos en sujetos PASIVOS de los problemas de otros o de sus necesidades más o menos explícitas.
Nuestro tiempo es limitado. No, no me refiero a una cuestión de agenda, sino a una cuestión de esperanza de vida. Desde que nacemos, cargamos con una cuenta atrás. La cifra que marca es desconocida y variable, puesto que se ve afectada por múltiples factores, pero lo que sí que sabemos es que no se detiene.
El principio de especialización radica en una combinación de ese tiempo limitado y el cada vez mayor conocimiento y experiencia acumulados por nuestra especie. No nos da tiempo a todo. No podemos pretender empezar de cero. No podemos pretender hacerlo todo. Y esto no es nuevo, pues ya en plena revolución neolítica, la especialización juega un papel fundamental en el avance hacia sociedades agrarias.
Uno de los primeros pasos para poder ayudar a una organización es, como ya habrán sospechado, entender a fondo su funcionamiento. La pregunta que más repetimos en un análisis en profundidad es “por qué”. Parecemos niños en plena etapa preguntona: y por qué, y por qué, y por qué.
En nuestro día a día tratamos con numerosas empresas. Dentro de ellas, hablamos con muchísimas personas en diferentes puestos de trabajo, pero la madurez de la organización se percibe a todos los niveles. En las organizaciones reactivas y con procesos poco definidos, no es raro que la respuesta a muchos por qué sea simplemente “porque siempre se ha hecho así”. Esta es la peor respuesta que puedes dar a un por qué.