Tendemos a pensar en las personas creativas como gente poco sistemática, inpuntual, caótica, excéntrica e inestable. Además, pensamos en los procesos creativos como un pequeño caos del que surge el orden. Quizás no tiene por qué ser así...

Se puede modular más o menos el proceso creativo con técnicas con un mayor o menor número de sombreros y cosas similares, pero normalmente son procesos muy divergentes, que generan muchas alternativas que filtrar, demasiadas, y por lo tanto su eficiencia es mejorable. Si podemos limitar las alternativas generadas sin coartar el proceso creativo, podremos ir más directamente al grano de la solución efectiva para el problema al que nos enfrentamos. Al final se trata de introducir un poco más de sistema en el proceso creativo, veamos cómo...

A comienzos del siglo pasado  Genrich Altshuller, un tipo ruso  que debía ser algo vaguete, se daba cuenta de que en la oficina de patentes curraba mucho, demasiado, para poco resultado. La gente venía a preguntarle sobre patentes existentes que les pudiesen ayudar a encontrar soluciones a problemas técnicos a los que se estaban enfrentando. Tanto ir y venir escarbando en los papeles llevó a Genrich a plantearse la posibilidad que entre las 200.000 patentes que manejaba pudiese encontrar patrones a las soluciones que los genios creativos planteaban a sus problemas técnicos.

Tras diseccionar las 200.000 patentes e identificar dichos patrones nuestro ruso creativo favorito fue encarcelado, y no precisamente por matar a su peluquero (ver foto), sino porque Stalin, que no debía tener la autoestima por las nubes, le metió en la cárcel durante 25 años por sugerir que Rusia podía mejorar su tecnología gracias a sus ideas. Enchironado, tuvo la oportunidad de poner en práctica su método en la mina de carbón de Varkuta, supongo que hubiese preferido practicarlo en la General Motors, con gran éxito.

Al salir en libertad tras la muerte de Stalin escribió un libro con un colega, Rafael Shapiro, "La psicología de la creatividad inventiva", donde desarrolló los principios del método creativo que había concebido TRIZ (Tieoriya Riesheniya Izobrietatielskij Zadach). La idea  desarrollada es muy buena, pero te dirás, ¿Por qué no la conoce nadie? La respuesta es sencilla. Revisa en tu casa cuantos productos rusos tienes ¿Uno o ninguno? Si no hay productos no hay marketing. Si TRIZ lo hubiese inventado John McFairlane de la universidad de Iowa haría años que lo enseñaría en las escuelas de negocio y los libros poblarían las pilas de libros de los duty free. Para marketing los americanos.

"Inventar algo de management en Rusia es lo más parecido a inventar algo en Castellfollit de la Roca, la probabilidad de alcanzar la fama mundial cae a mínimos.

Entremos en TRIZ. Lo que Altshuller identificó en sus estudios son cosas como patrones de evolución técnica de los productos/tecnologías.

    1. Ciclo de vida: nacimiento, desarrollo, decline.
    2. Idoneidad progresiva
    3. Evolución heterogénea de componentes
    4. Dinamismo y controlabilidad crecientes
    5. Complejidad creciente y posterior simplificación
    6. Rendimiento mejorado
    7. Reducción de la implicación humana

Si somos capaces de sistematizar esos procesos de desarrollo y evolución podemos pensar por dónde debería enfocarse el siguiente paso tecnológico, reduciendo el número de alternativas que nos podemos plantear en un departamento de innovación. Por ejemplo, si no sabes hacer la O con un canuto en lo que a gestión se refiere, quizás no te toque implantar "Lean manufacturing", pero...¿Qué te toca implantar? Siguiendo un modelo de madurez progresiva podríamos determinar el próximo paso.

El núcleo de su descubrimiento lo constituyen los 40 principios inventivos (El enlace está lleno de ejemplos, recomiendo leer al menos uno).

"Cualquier innovación tecnológica se precisa para mejorar un producto/servicio y esa necesidad de mejora siempre surge del conflicto de dos parámetros del producto que quiero mejorar que entran en conflicto"

Por ejemplo del conflicto entre el peso del móvil y su funcionalidad tecnológica surgen multitud de mejoras que hacen progresar el producto. Lo mismo del conflicto entre el coste del producto y las funcionalidades crecientes que incorpora. Altshuller dice que cualquier conflicto se puede resolver mediante la aplicación de uno de los 40 principios inventivos.

Además, dio otro paso, determinó las 39 parámetros técnicos de un producto/elemento/sistema que pueden entrar en conflicto y construyó una matriz (ya se sabe que no hay gurú del management que se precie que no tenga su matriz).

Esa matriz de doble entrada propone para cada par de parámetros en conflicto, grande-rápido, rígido-flexible,... un conjunto limitado de principios inventivos a aplicar, entre 1 y 4. De forma que ante un problema el ingeniero/genio creativo se plantea una limitada gama de soluciones, ¡enfocadas en aquello que quiere resolver!

Gráficamente el proceso que se sigue es el siguiente:

Parto de un

problema específico

que quiero resolver, un conflicto entre dos aspecto de mi producto que quiero mejorar,

  • Capacidad de iluminación y eficiencia energética.

Identifico los dos parámetros que quiero optimizar simultáneamente pero que se contraponen (

problema abstracto

).

  • En el ejemplo serían los parámetros 18 y 22

La matriz de triz me propone

4 soluciones abstractas

(1 de los 40 principios creativos),

  • 1,15, 32 y 35

Inspirado por dicho principio creativo enfoco la generación de una solución específica.

  • El parámetro 1 "segmentación" me puede servir de inspiración.

Me puede sugerir enfocar la luz únicamente en aquella zona en la que me interesa tener iluminación.

No es un procedimiento de fácil aplicación y ser eficiente en su uso requiere de mucha práctica . Los procesos de abstracción son complicados. Identificar qué parámetros entran en conflicto no es trivial. Pero aún así tiene sus ventajas.En muchas organizaciones

el conflicto se convierte en una excusa para todo

, la más frecuente en los últimos años es

"Me piden mejorar la productividad pero la empresa no se gasta la pasta en un sistema informático nuevo"

. El conflicto tiende a convertirse en la causa de bloqueo inmediato y la justificación para no hacer nada. El conflicto es el punto de bloqueo que utilizan como argumento aquellos que prefieren dar lo mínimo de si mismos.

La mentalidad TRIZ convierte al conflicto en aliado y proporciona una vía de salida de manera sistemática.

Por otro lado, TRIZ ayuda a salir del sesgo cognitivo, a dejar de seguir el vector de inercia que de manera implícita personas, organizaciones, incluso sectores interiorizan, y que condicionan la innovación en líneas creativas muy concretas. Como ejemplo sirva la tendencia nacional a ponerle palo a todo. Cojo una mopa, le pongo palo e invento la fregona; cojo un caramelo, le pongo palo e invento el Chupa Chup.

TRIZ marca unas línea de búsqueda de soluciones por encima de los sesgos individuales, y además, enfocadas en líneas de trabajo que históricamente han demostrado su validez para resolver problemas con "ciertas" similitudes abstractas con el desafío que puedes tener delante.

Espero que este post sirva para que cuando tengas delante una persona: ordenada, cumplidora, planificadora, sistemática, puntual y vestida cuidando el detalle, te puedas plantear que pueda ayudarte a innovar. Y si el post no sirve, os sugiero conectar a The TRIZ Journal con información en abundancia y este documento con  ejemplos en cantidad para cada principio creativo .

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