El pasado 28 de marzo presentamos, en el marco INEO-IESE, el Workshop Resolución rápida y efectiva de problemas como ventaja competitiva, en el que participaron más de 40 empresas interesadas.
Abrió el evento Eduardo Calvo, profesor del IESE y miembro del Equipo Ejecutivo de INEO, contando a todos los participantes qué es la Iniciativa Excelencia en las Operaciones y qué actividades organiza. También expuso la agenda del día y dio paso a Fernando Gastón, Director General de Improva.
Las plataformas colaborativas son el común denominador de la mayor parte de iniciativas de transformación digital aplicada a la operativa de las organizaciones. Muchas organizaciones están utilizando Yammer como una especie de Facebook interno o están implantando Sharepoint o empiezan a utilizar Asana o Trello para la gestión de proyectos. El jugo que le están sacando a esas aplicaciones es mínimo, pero además la visión de futuro de cómo operarán estas organizaciones es simplista y pobre en matices. Nadie se preocupa de respuestas del tipo ¿hasta dónde podemos llegar mediante el uso de una plataforma colaborativa? ¿Podemos llegar a eliminar el correo electrónico? ¿Hasta qué punto podemos ser ágiles?
No me hables de transformación digital, háblame de agilidad.
Como decía Jason Bloomberg en un artículo publicado en Forbes, “The vast majority of people claimed they're undergoing Digital Transformation, even though most don’t know what it is”.
Y lo he podido verificar en los últimos dos años. Tras hablar con cientos de directivos, he verificado que en la agenda de todos está la transformación digital, pero lo que significa transformación digital es diferente para cada uno de ellos. Para unos implantar SAP es transformación digital, para otros poner en marcha un SCADA para captar datos en planta está en la órbita del internet de las cosas, y para otros, que el cliente pueda configurar su producto mediante una aplicación on-line también lo es. Cuando hace 20 años ya había compañías en sectores no punteros con todo lo anterior implantado, deberíamos sospechar que lo que entendemos por transformación digital quizás sea otra cosa.
A poca estructura que tenga una organización, un 20% de los costes corresponden a su estructura, y de ese 20% buena parte está dedicada a la gestión. Pongamos que la mitad (un 10%) del coste total de la empresa sean costes asociados a la gestión del negocio: planificar, hacer previsiones, definir procesos, supervisar equipos, preparar informes, hacer reuniones de seguimiento, resolución de problemas, mejora continua, etc. Habrá negocios en que esta cifra sea un 5% y otros en los que el 20%. Y de todas esas actividades lo que se lleva la palma son dos actividades en las que se es extremadamente inefectivo:
- La toma de decisiones con su correspondiente establecimiento de acciones.
- La resolución de problemas con su correspondiente establecimiento de acciones.
Cada día se mandan más de 170.000 millones de emails. Esta cifra quizá sea demasiado grande para entender lo grande que es… pero digamos que cada segundo se mueven en torno a 2.000.000 emails. Si todos los habitantes de Barcelona (incluyendo los más mayores y los más pequeños) mandasen un email a la vez, aún no llegarían a esa cifra. ¡Y eso ocurre cada segundo! ¿Así se entiende mejor?