Tenemos que darnos prisa. A mi hija le faltan sólo 5 años para incorporarse al mercado laboral y no utiliza el correo electrónica para nada. Bueno, ni mi hija ni la tuya. ¡Tenemos que prepararles el terreno!
El otro día entré en pánico. Mi mujer me llamó. “Fernando, ¿Dónde están las entradas al salón del manga que compraste a Fernandito?” Yo ni me acordaba de ellas. Rebusco en el correo y no las encuentro. Debió ser hace meses y debí hacer algo mal, no había correo de confirmación.
