Hace poco pude contactar con un blogger, de esos que gana premios porque dice cosas interesantísimas sobre los mundos virtuales 2.0, y le invité a darme la opinión sobre improsofía. El blog le gustó, al menos eso dijo y a mi me gusta creerlo, claro; sin embargo, me recomendó que si quería tráfico de verdad hablase de la web 2.0. Yo pensé que
menos mal que no tenía un blog sobre ropa interior femenina, porque si no, no habría sabido como relacionar los contenidos con temas como linkedin o facebook de manera continuada. Afortunadamente el fenómeno que estamos viviendo tiene mucho que ver con el mundo de la empresa y en especial Linkedin, así que me podía dar un paseo temático sin desvirtuar en exceso la esencia de los anteriores contenidos improsóficos.
En mi anterior post hice la prueba; “Crisis 2.0 en Linkedin” lo titulé, y como consecuencia el lunes pasado batí el record de accesos al blog en 24h, pulverizando el anterior. Alcancé las 1000 visitas en un día, que para mí es todo un hito. Me imagino pasando de la posición 2.358.465 del ranking mundial de blogs a la posición 2.168.724. y no quepo en mi camisa de satisfacción.
Cuando me puse a analizar la razón del aumento vi que el post había sido twitteado, votado en bitácoras.com y meneado. El tráfico llegaba de lugares desde los cuales nunca llega tráfico a improsofía. Lógicamente la audiencia que estaba recibiendo intuyo que no era la habitual, sino otra y ¡abundante!
La conclusión a la que llegué es que si de una cosa se habla en el mundo web 2.0 es sobre el propio web 2.0 y eso no tiene porque ser intrínsecamente malo, pero sí que es llamativo. A priori podría parecer un punto de partida ideal para una película de los hermanos Marx, me vino a la mente lo de “la parte contratante de la primera parte será la parte contratante de la primera parte”, pero intuyo que no lo es.
Cuando te miras lo que sucede con perspectiva es como una eclosión de verde y flores en primavera (esto es demasiado cursi). En realidad estamos contemplando un proceso orgánico de creación de algo nuevo, parecido al proceso de reproducción celular.
Se empieza con una célula, ésta se divide en dos y ésa en otras dos. De repente, una decide especializarse y entre ellas hablan y se dicen: ‘yo voy a ser una mano’ y la otra dice ‘pues yo brazo’ y así, hablándo y comunicándose entre ellas, se van especializando. Ninguna de ellas tiene conciencia clara de cual será su lugar en el todo, pero esa comunicación facilita que cada cual vaya ocupando un lugar interesante en algo más grande.
Toda esa información que compartimos sobre este mundo, nos va llevando a tomar decisiones que poco a poco van afectando a ese todo del que formamos parte. Y lo construímos todos aquellos que nos estamos metiendo en este mundo; algunos con un papel más determinante (¡El Enrique Dans ese no para!), otros con papeles secundarios (yo p.e.). Por el camino muchos desaparecen, todas aquellas células que no han sabido encontrar su lugar en el sistema, otras se van adaptando. Hay que pensar que en las últimas semanas de gestación y primeras tras el parto, mueren un 75% de las neuronas, aquellas que no supieron encontrar su lugar ni conectarse con las demás. Pero con el tiempo todo tendrá su razón de ser y ocupará su parte en el sistema, lo que hará que el resultado final sea mejor de lo que sería sin él. Es decir, parece positivo que en la web 2.0 el tema más sexy sea la propia web 2.0, si eso ha de propiciar una dinámica como la de las células.
Que haya mucha información sobre el funcionamiento de todas las células en la web 2.0 nos permite tomar decisiones. Hace unas semanas conocí Yammer, hoy es una herramienta de comunicación en mi empresa, mañana… no lo sé; dependerá de que nos sintamos cómodos con ella y la encontremos útil; para eso tardaremos. No sé que otras cosas aparecerán. Hace unos años se hablaba de portales, se empezaba a interactuar con MIRC, después llegó el Messenger, hoy dominan Facebook y Meetic, mañana… Seguro que hay alguien en este organismo informe que no para de aprender, que está empezando a concebir en su cabeza cual será el próximo gran paso… y no creo que sea consciente de ello. Algunas de las células ya existentes están llevando una determinada evolución: Linkedin, twitter, yo mismo, que quizás no lleven a nada, o sí…
No hay conciencia global de la web 2.0 porque su desarrollo no es un proceso dirigido, no parte de un análisis de necesidades. Ningún consultor ha sido contratado por la ONU para hacer un DAFO del mundo y establecer un plan de actuación con un diagrama de Gantt que pretentede asegurarse de que Twitter vaya a cubrir una debilidad concreta del sistema. Sin consultores por en medio seguro que sale algo grande ;).
Me imagino que de aquí a unos milenios habrá creacionistas intentado buscar al creador de la web 23.3, resultado de esta evolución; mientras, un arqueólogo darwinista analizará el esqueleto de twitter para comprender su papel en el proceso evolutivo. Quizás el mismo arqueologo identifique una extinción masiva a comienzos del segundo milenio provocada por el asteroide González-Sinde. Esperemos que no.
AUTOR: Fernando Gastón Guirao
El motivo por el que dividimos el mundo en categorías y la razón por la que tendemos a definir una cosa, concepto idea en base a un pequeño conjunto de características, que lo integra en una de esas categorías, es una cuestión de eficiencia en la toma de decisiones.
Por la misma búsqueda de eficiencia y para cumplir con las leyes de la termodinámica, que nos hacen vagos por naturaleza, las personas tendemos a dividir el mundo en categorías que nos simplifican la vida. Cuanto más amplias las categorías, más fácil es tomar decisiones y adoptar una posición respecto de los grupos. Yo por ejemplo, que soy nacido en Barcelona me las veo y me las deseo, delante de mucha gente, para hacerles entender que no soy ni del Barça ni del Madrid, simplemente no me gusta el fútbol. Lo sé, soy rarillo, pero parece que un buen número de mis compatriotas han dividido el mundo en dos: los del barça y los del Madrid y ni se les pasa por la cabeza, que pueda existir una tercera o una cuarta categoría.
Yo por ejemplo estoy en la categoría de consultor. El ser consultor me contagia inmediatamente a los ojos de muchos directivos de empresa de un montón de atributos que no deseo. A pesar de estar tirando adelante un nuevo modelo de consultoría, a la que digo la palabra consultor me pondrán en el saco de TOOOOODOS los demás consultores, cargándome con todos los atributos con que mi interlocutor haya construido la palabra consultor. Esto sucede porque es más fácil y eficiente dividir el mundo entre consultores y ejecutivos. Los consultores somos analíticos, charlatanes, teóricos, poco prácticos, idealistas, alejados del terreno, no orientados a resultados, elegantes, trabajadores y prepotentes. Un intermedio no existe, al igual que o soy del Barça o soy del Madrid, o eres consultor, con todo lo que ello conlleva o no lo eres.
Da lo mismo que las decisiones así tomadas sean mediocres, si tomas demasiadas decisiones mal, antes o después el sistema te pondrá en la calle, y pondrán un nuevo ejecutivo en tu lugar, que con un poco de suerte para el accionista lo hará mejor. De ir a un sistema que evoluciona guiado por la razón, vamos a un sistema guiado por una toma de decisiones rápida, casi aleatoria. La evolución de las empresas parece más guiada por una selección natural de ejecutivos y empresas que de casualidad la aciertan, que no por la razón. Más próxima al Darwinismo que al Creacionismo.