Me habréis oído hablar frecuentemente de los tres ejes de la excelencia: adaptación, cohesión y eficiencia.
La excelencia no solo tiene que ver con hacer las cosas muy bien y mejorarlas. La excelencia tiene que ver también con la necesidad de adaptarnos según las presiones que ejerce el entorno competitivo: clientes, proveedores, competidores, sistema regulatorio, etc.
La adaptación va de ser ágiles en:
- La captación de información.
- La puesta a disposición de la información de las personas de la organización a las que les puede interesar.
- La interacción entre personas para el intercambio de información.
- La aplicación de esa información para resolver un problema o para innovar (cambiar la forma en que se hacen las cosas).
