En octubre de 2005, la OCDE publicó el Manual Oslo en el que se definían cuatro áreas principales de innovación:
- La innovación de productos: nuevos productos y servicios, incluyendo las mejoras, los perfeccionamientos de las especificaciones técnicas de los componentes y materiales, el acceso al usuario y otras características de los productos y servicios existentes.
- Innovación funcional, procesos de innovación: las mejoras de la producción y distribución que incluyen cambios significativos en técnicas, equipos o aplicaciones y programas de ordenador.
- Innovación de mercados: nuevas formas de comercialización que implican cambios significativos en el diseño de productos o su presentación y promoción, así como la determinación del precio de los mismos.
- La innovación organizativa: nuevos métodos organizativos en las prácticas de negocio, incluyendo la organización de los puestos de trabajo o el establecimiento de las relaciones empresariales.